miércoles, 31 de julio de 2013

7º Cuento de verano

Hola a todos otra vez más, como ya está encima el campus de jiu jitsu de agosto, os voy a poner un cuento que a mí me gusta mucho y que nos dice ( o eso creo yo) la actitud y el espíritu que tenemos que tener para aprender algo, o incluso, para realizar cualquier actividad de la vida diaria. Espero que os guste.



                                                              UNA TAZA DE TÉ


siemprefeliz.com
     Un estudiante buscó un gran maestro zen para descubrir los secretos de este universo y el verdadero significado de la vida. Viajó de aquí para allá y finalmente localizó a un maestro que vivía de manera sencilla en una choza en lo alto de una montaña.

     El estudiante trepó hasta la choza y el maestro le invitó a pasar. La choza estaba escasamente amueblada e inmaculada. El maestro le invitó a sentarse sobre una estera en el suelo y empezó a hervir agua para el té. El estudiante hubo de esperar hasta que el té estuvo listo.


     El agua hervía lentamente. El estudiante empezó a impacientarse, deseoso de acabar con los preparativos, hacer su pregunta y obtener la respuesta acerca del verdadero significado del universo. No estaba sediento de té, sino hambriento de una respuesta. Pensó que podía obtenerla así de fácil. Pensó que la respuesta era algo que le podía dar alguien.


     Cuanto más se impacientaba, más lentamente hervía el agua. No sólo estaba claro que el estudiante carecía de paciencia, sino que, mientras esperaba, también resultaba palpable que no se hallaba cómodo consigo mismo. Ansiaba que alguna respuesta ofrecida por el maestro le permitiese descansar.


     Finalmente, el té estuvo listo. El maestro le ofreció una taza de té y el estudiante tembló a causa de la excitación. Su mente y su cuerpo carecían de estabilidad. De hecho, empezó a tener cada vez más pensamientos sobre preguntas adicionales que pretendía hacerle al maestro una vez que le hubiese contestado a la primera.


     El maestro empezó a servir el té, hasta el borde de la taza. Una vez que el té llegó al borde, el maestro siguió vertiendo té, de manera que el té caliente empezó a derramarse, cayendo sobre las manos temblorosas del estudiante.


     - Pero ¿ qué está haciendo ?- gritó el estudiante.

     - Pero ¿ qué estás haciendo ?- contestó el maestro.- Al igual que esta taza de té, tú también estás lleno de ti mismo, de opiniones, deseos, preguntas y fantasías. ¿ Cómo puedes recibir nada de mí con una taza tan llena? Si quieres recibir alguna enseñanza, primero debes vaciar tu taza.  



                     Cuento recogido de  "Sabiduría zen para la vida cotidiana" ( Brenda Shoshanna)

viernes, 26 de julio de 2013

6º Cuento de verano

                                                             EL CANTERO



tallerdebelenismo.forocreacion.com
     Había una vez un cantero que estaba insatisfecho consigo mismo y con su posición en la vida.

     Un día pasó por la casa de un rico comerciante. A través de la entrada abierta, vio muchas finas posesiones e importantes visitantes. "¡Cuán poderoso debe ser el comerciante !" pensó el cortador de piedra.
     Se puso muy envidioso y deseó que pudiera ser como el comerciante.

     Para su gran sorpresa, se convirtió repentinamente en el comerciante, gozando de más lujos y poder de lo que siempre había imaginado, pero envidiado y detestado por aquellos menos ricos que él.

     Pronto un alto funcionario pasó cerca, llevado en una silla de manos, acompañado por asistentes y escoltado por soldados batiendo bongos. Todos, sin importar cuán rico, tenían que hacer una reverencia ante la procesión. "¡ Cuán poderoso es ese funcionario !", pensó. "¡ Deseo que pudiera ser un alto funcionario !".


     Entonces se convirtió en el alto funcionario, llevado por todas partes en su bordada silla de manos, temido y odiado por la gente de todo alrededor.


     Era un día caluroso de verano, por eso el funcionario se sentía muy incómodo en la pegajosa silla. Levantó la mirada al sol. Brillaba orgulloso en el cielo, no afectado por su presencia. "¡ Cuán poderoso es el sol !" pensó. "¡ Deseo que pudiera ser el sol !".


     Entonces se convirtió en el sol, brillando ferozmente sobre todos, abrasando los campos, maldecido por los granjeros y los trabajadores.


     Pero una enorme nube negra se interpuso entre él y la tierra, de modo que su luz no pudo brillar más sobre todo allá abajo. "¡ Cuán poderosa es esa nube de tormenta !", pensó. "¡ Deseo que pudiera ser una nube !".


     Entonces se convirtió en la nube, inundando los campos y las aldeas, increpado por todos.


     Pero pronto descubrió que estaba siendo empujado lejos por cierta gran fuerza, y se dio cuenta de que era el viento. "¡ Cuán poderoso es !", pensó. "¡ Deseo que pudiera ser el viento !".


     Entonces se convirtió en el viento, llevándose tejas de los techos de las casas, arrancando árboles, temido y odiado por todos debajo de él.


     Pero después de un rato, se izó contra algo que no movería, no importa cuán fuertemente soplara en contra de ella, una enorme y altísima roca. "¡ Cuán poderosa es esa roca !", pensó. "¡ Deseo que pudiera ser una roca !".


     Entonces se convirtió en la roca, más poderosa que nada más en la tierra. Pero mientras estaba pardo allí, oyó el sonido de un martillo golpeando un cincel en la dura superficie, y sintió que estaba siendo cambiado.


     "¿ Qué podría ser más poderoso que yo, la roca ?", pensó. Bajó a mirada y vio lejos debajo de él, la figura de un cantero.  



                                            


                                                          Recogido de www.cuentoszen.com
                                                         

viernes, 19 de julio de 2013

LO FÍSICO Y LO PSÍQUICO EN LA PRÁCTICA DEL JIU JITSU

Hola a todos, ya estamos aquí de nuevo. ¿ Cómo acabaron los sanfermines? ¿ Nos hemos recuperado del todo? Ya sé que varios os habéis ido de vacaciones para reponer fuerzas. ¡ Pasadlo muy bien!

nosabesnada.com

      Yo ya he vuelto de mis vacaciones y como siempre, casi ni me he enterado. Estos días en los que aún sigo de fiesta, he aprovechado para mirar algunos papeles, y entre ellos ha aparecido un artículo sobre el jiu jitsu ( el título es el que aparece en el post) que en su día nos repartió Sensei Gorka Areta.
Ya que creo que varios de vosotros no lo tenéis, lo publicaré aquí ya que me parece muy interesante.






                           LO FÍSICO Y LO PSÍQUICO EN LA PRÁCTICA DEL JIU JITSU
                         
serconciente.blogspot.com


     La palabra que mejor califica y define la sociedad actual es "complejidad". Estamos inmersos, en efecto, en el interior de un vivir social extremadamente articulado en estructuras, culturas, roles y comportamientos a menudo contradictorios.
     Cada uno de nosotros está continua e innecesariamente en una situación de tener que  hacer elecciones, sin, la mayoría de las veces, poder acogerse a experiencias, como ocurría en las sociedades tradicionales.
     Ésto comporta para los individuos situaciones de conflictividad interna y de separación, es decir, una forma, más o menos patológica de "esquizofrenia". La sensación de no poder encontrar una unidad en nuestro interior, una armonía entre las diferentes partes que componen nuestro "yo".
     En este cuadro, el Jiu Jitsu, así como nosotros lo entendemos y practicamos, se inserta como elemento de unificación. Unificación entre dos categorías tales como "mente" y "cuerpo", tradicionalmente separadas en nuestra cultura occidental.
     El mensaje que deriva de las disciplinas orientales, sean artes marciales o filosóficas, es el de una búsqueda de unidad entre el cuerpo y la mente, entendidos como elementos inseparables del ser humano.
     Por eso el estudio de las técnicas se vuelve no sólo período de desarrollo de las aptitudes físicas, sino también momento de reflexión sobre nuestros impulsos instintivos, sobre nuestras relaciones, sobre nuestras aspiraciones.
     El estudio de las técnicas y el combate con el otro ( Uke y Tori) nos ofrecen la posibilidad de enfrentarnos tanto a las capacidades de los demás como a los límites de nuestro cuerpo y de nuestra mente, a nuestra capacidad de control de las emociones y acciones.
     La energía se hace "Kime", la voluntad se vuelve "Kiai". Día tras día se aprende que el equilibrio físico va ligado a nuestro equilibrio psíquico y emotivo, que la eficacia de una técnica depende de los ejercicios "aquí y ahora".
     Es decir, estar cuerpo y mente juntos en el mismo momento, con una sola voluntad.
     En alternancia de los roles de Uke y Tori, madura también la consciencia de la importancia del "respeto al otro", de quien ahora es Uke y sufre nuestra acción, pero dentro de poco será Tori y actuará sobre nosotros.
     En esta alternancia de roles, que no son nunca identificables como pasivo y activo, nace la idea de que no existe un "Yo" que oponer a un "Otro", sino que Uke y Tori son partes intercambiables y complementarias de una acción que implica dos realidades que están separadas sólo en apariencia.
     En esta consciencia de sustancial Unidad se abre camino la idea de que el respeto al otro pasa necesariamente por el respeto a uno mismo.
     Jiu Jitsu para nosotros quiere decir respeto a uno mismo y a los demás, control de emociones, enfrentamiento constante con nuestra agresividad, entendida como pura energía en busca de una vía de expresión que sólo en los débiles de mente y de cuerpo se vuelve violencia, atropello, pero que en los fuertes se hace armonía de formas (Kata), unión de ideas opuestas.
     En esta capacidad de síntesis no resumida, entre polos distintos: yin y yang, alto-bajo, dentro-fuera, yo-el otro, mente-cuerpo, está la riqueza y el valor formativo del Jiu Jitsu, así es como se practica en los dojo. Riqueza y valores que transforman nuestros gimnasios en invernaderos donde se cultivan flores preciosas como el respeto y la amistad.


                                                                                       Dr. Carmelo Bracchita. Sociólogo. 

jueves, 4 de julio de 2013

5º cuento de verano

volare1943-miscosas.blogspot.com

Hola a todos, como los sanfermines ya están aquí, durante estos días me tomaré un pequeño descanso y no publicaré ningún cuento. Espero que os lo paséis bien estas fiestas y ...... nos vemos después.

     Hoy os pondré un cuento que me ha recordado los entrenamientos que hacemos con los ojos cerrados. Espero que os guste.





                                                               EL VIEJO SAMURAI



envido1112g18.blogspot.co.
  Jingaro sentado confortablemente delante de la chimenea, se encontraba rodeado por sus juveniles nietos. Había servido en el Ejército del Emperador por largos 20 años recibiendo los más altos honores por sus meritorios servicios en los campos de batalla. Comenzó como simple soldado hasta convertirse en sabio y respetado consejero no sólo en asuntos militares sino de alta política.
 

     Ahora, cargado de medallas y de años, pasaba las horas recordando su vida y experiencias para sus traviesos nietos, los cuales se deleitaban al escuchar las entretenidas historias, con las que enriquecían su cultura y conocimientos, claro está, a menudo interrumpían a su abuelo consultándole acerca de tantas parábolas. Como el caso, cuando uno de sus nietos exclamó :

- ¡ Abuelo, no puedo comprender el sentido!
- ¿ Qué es lo que no entiendes Hana? - replicó el venerable anciano.
- ¿ Por qué, abuelo, el Samurai confió en el otro hombre? ¿ Cómo podía saber que era una buena persona? ¿ Es que algunas veces debemos usar otros caminos si queremos tener éxito en nuestras apreciaciones, Abuelo? ¿Cómo puedes conocer lo que no se puede ver?


     El anciano lo tomó afectuosamente, lo atrajo hacia sí y le acarició su cabeza mientras le decía:

- Cierra tus ojos, querido hijito.- ordenó Jingaro.- Ahora dime ¿ puedes verme?
- ¡ No abuelo!- exclamó el niño.
- Pero tú sabes que yo estoy aquí- respondió Jingaro.


   Los niños soltaron la risa abriendo los ojos y exclamando:

- Por supuesto que lo sabíamos, nosotros te vimos antes de cerrar los ojos, además podíamos escucharte.
- Pero aún sin verme u oírme, yo estaría aún aquí- respondió el anciano.

   Los jóvenes asintieron con la cabeza.

- Y ahora, díganme ¿ de qué otro modo podrían saber que yo me encuentro aquí?

   El silencio fue la respuesta. Sólo después de transcurrido un tiempo, la voz de Hana se escuchó:

- Yo creo que podría sentir que  estás cerca de nosotros, abuelo.
-¿ Qué tratas de decirme?- respondió Jingaro.
- ¡Que puedo verte aún con los ojos cerrados, abuelo!

   Los otros niños empezaron a reírse, pero el anciano con un gesto los detuvo.

- Escuchen mis hijos. Existen muchas maneras de conocer cosas sin verlas con los ojos o escucharlas en nuestros oídos. Estas habilidades son importantes. Y valiosas... por ejemplo, el Alma... si ustedes se esfuerzan concentrándose correctamente, pueden llegar a desarrollar un nuevo tipo de visión. Entonces ustedes estarán más allá de los límites de vuestros ojos y oídos.


   Habían transcurrido varios días de aquella conversación, cuando Jingaro, sentado en su silla preferida reparaba una antigua arma; su pelo gris y cara surcada de arrugas reflejaban los años de dura labor, y aunque pasaba los 60, el viejo Samurai aún lucía el vigor y la energía de hombres mucho más jóvenes. Los quietos pensamientos del anciano fueron de improviso interrumpidos por los gritos de su nuera y los relinchos de numerosos caballos que se acercaban.

-¡¡¿ Qué está sucediendo?!!- preguntó secamente el anciano- ¡¿Qué pasa... pero qué es lo que ocurre?!!- inquiría una y otra vez. Luego dirigiendo la vista al patio, sólo vio oscuridad.

     De pronto su nuera, gimiendo y llorando, entró al cuarto y llena de angustia exclamó:

-¡ Abuelo... abuelo! Por favor, cuide a los niños... Monjiro y sus bandidos han venido a robarnos, pero no sólo se llevaron el dinero, también han tomado prisioneros a Hana y han colgado a mi esposo y se aprestan a asesinarlo.

   Colgándose de las ropas del anciano, le suplicó:

-¡ Debes tomar los niños y correr tratando de salvar sus vidas!


 
www.nova-ciencia.blogspot.com
 Jingaro comprendió que la huída no era el camino correcto,reaccionó como había sido entrando años atrás. Instintivamente tomó su arma que colgaba en la pared. Luego se dirigió al exterior. Aún en ese momento crucial, para el anciano fue un agrado tomar nuevamente su arma ( Kama-Hoz), de cuyo extremo pendía una cadena ( Kusarigama).

   Jingaro escuchó los lamentos de la familia de su hijo y la terrible risa de los bandidos. El cielo estaba oscuro y caminó rápidamente al centro del patio. De inmediato, las voces a su alrededor cesaron y todos dirigieron su atención hacia el anciano, que erguido, los observó lentamente uno a uno.

-¡¡¡ Viejo!!!- exclamó en forma burlona uno de los bandidos- ¿Qué crees tú que puedes hacer con esa arma? Los ancianos no pueden combatir y ni siquiera puedes ver de noche. Esa arma que traes necesita ser usada por un guerrero diestro, no por un anciano decrépito.

   Jingaro, sin perder la calma, murmuró:

- Tomen lo que deseen y dejad mi familia en paz. Si ustedes rehúsan hacerlo tendré que matarlos.

   Dos de los hombres se acercaron ondeando sus espadas sobre la solitaria figura, pero cuando se encontraban a una distancia adecuada, Jingaro atacó con su Kusarigama y en forma simultánea golpeó a uno de ellos en el cuello con la cadena y al otro lo hirió mortalmente con la hoja afilada de su Kama ( Hoz). Los dos hombres cayeron heridos de muerte y nuevamente la voz del jefe de los bandidos se escuchó:

- Así que eres un verdadero guerrero. Lamentablemente para ti, está demasiado oscuro y nos hubieras dado muchos problemas de haber contado con la claridad necesaria. Quedamos cuatro hombres, y todos tenemos excelente vista. Prepárate a morir anciano.

   Jingaro no replicó y se preparó para el siguiente ataque, escuchando cuidadosamente los movimientos de sus enemigos. Rápidamente tres de ellos tomaron posiciones rodeándole. Él respondió haciendo girar su cadena; en pocos segundos, el extremo de la cadena se había convertido en un peligroso proyectil que giraba a una velocidad increíble. Jingaro, haciendo un movimiento con su brazo, hizo que la cadena alcanzara a su adversario más próximo, al cual destrozó la cara. Luego, saltando al costado, el veterano combatiente enrolló la cadena alrededor de la espada de uno de los bandidos y haciéndole perder el equilibrio, lo atrajo hacia él, matándole con la afilada hoja de su Kama. 
   Antes que pudiese retomar su Kusarigama, el tercer asesino asestó un terrible golpe con su espada en la espalda del anciano Jingaro, sintiendo que el frío acero invadía su cuerpo, recurrió a sus muchos años de Yoroikumi-Uchi, y volviéndose rápidamente con un poderoso movimiento envolvente, con sus piernas derribó a su sorprendido adversario para después, con veloz movimiento de su corta espada, terminar la técnica abriendo el cuello a su enemigo.
   Jingaro, cubierto de sangre y mortalmente herido, enfrentó al líder de los bandidos Monjiro, el cual expresó:

- Has llegado al final del camino, anciano guerrero.

   Luego, montando su caballo, cargó contra el anciano, el cual lo esperaba con su ensangrentada Kusarigama. Monjiro, a medida que se acercaba, blandía furiosamente su espada, pero Jingaro, presintiendo el ataque, saltaba en el último instante, evitando así los terribles golpes. El caballo volvía una y otra vez, pero el anciano, el cual llegando casi al límite de sus fuerzas, dobló sus rodillas en e suelo esperando el último y decisivo ataque.

   Al verlo arrodillado, el bandido se acercó y, levantando su espada, se aprontó a descargar el último y mortal golpe. Jingaro, decidido a salvar su familia y su honor de Samurai, reuniendo sus últimas energías se levantó lentamente del suelo mientras escuchaba el galope del caballo que se acercaba, y en el momento apropiado evitó el ataque de la espada del bandido; luego con su cadena alcanzó el brazo del atacante derribándole del corcel y finalmente, con un golpe con la empuñadura de madera de su arma, eliminó al último de sus enemigos.


   Jingaro permaneció parado por breves instantes saboreando su más importante triunfo en su larga y brillante carrera de guerrero. Su hijo, nuera y nietos, que se habían liberado de sus ataduras, lo alcanzaron en el preciso instante que se desplomaba al suelo. 
   Jingaro trató de ver el cielo pero el anciano sólamente vio tinieblas; los nietos lloraban desconsoladamente, pero el anciano sonriendo, expresó:

- Niños, por favor, recuerden lo que les he dicho, deben de tratar de ver más allá de sus ojos, cierren los ojos y escuchen mi corazón.


   Entonces, Jingaro, ese anciano guerrero que había perdido la vista desde hacía más de 20 años, cerró sus ojos por última vez.  



                                         Cuento recogido de www.reikiactivo.com

martes, 2 de julio de 2013

4º cuento de verano

                                                                                  CAMBIAR EL DESTINO



miniaturasjm.com
     Durante una batalla trascendental, un general       japonés decidía atacar. Aunque su ejército era   superado en número considerablemente, estaba seguro que ganarían, pero sus hombres estaban llenos de  dudas.

     En el camino a la batalla, pararon en un santuario religioso.


     Después de rezar con los hombres, el general sacó una moneda y dijo:

     - Ahora lanzaré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Si es cruz, perderemos. El destino ahora se revelará.


     Lanzó la moneda al aire y todos la miraron atentamente mientras caía.


     Fue cara.


     Los soldados estuvieron tan rebosantes de alegría y llenos de confianza que atacaron vigorosamente al enemigo y salieron victoriosos.


     Después de la batalla, un teniente la comentó al general:


     - Nadie puede cambiar el destino.

     - Absolutamente correcto- contestó el general mientras mostraba al teniente la moneda, la cual tenía caras en ambos lados.




                                           Cuento recogido en www.cuentoszen.com