viernes, 19 de julio de 2013

LO FÍSICO Y LO PSÍQUICO EN LA PRÁCTICA DEL JIU JITSU

Hola a todos, ya estamos aquí de nuevo. ¿ Cómo acabaron los sanfermines? ¿ Nos hemos recuperado del todo? Ya sé que varios os habéis ido de vacaciones para reponer fuerzas. ¡ Pasadlo muy bien!

nosabesnada.com

      Yo ya he vuelto de mis vacaciones y como siempre, casi ni me he enterado. Estos días en los que aún sigo de fiesta, he aprovechado para mirar algunos papeles, y entre ellos ha aparecido un artículo sobre el jiu jitsu ( el título es el que aparece en el post) que en su día nos repartió Sensei Gorka Areta.
Ya que creo que varios de vosotros no lo tenéis, lo publicaré aquí ya que me parece muy interesante.






                           LO FÍSICO Y LO PSÍQUICO EN LA PRÁCTICA DEL JIU JITSU
                         
serconciente.blogspot.com


     La palabra que mejor califica y define la sociedad actual es "complejidad". Estamos inmersos, en efecto, en el interior de un vivir social extremadamente articulado en estructuras, culturas, roles y comportamientos a menudo contradictorios.
     Cada uno de nosotros está continua e innecesariamente en una situación de tener que  hacer elecciones, sin, la mayoría de las veces, poder acogerse a experiencias, como ocurría en las sociedades tradicionales.
     Ésto comporta para los individuos situaciones de conflictividad interna y de separación, es decir, una forma, más o menos patológica de "esquizofrenia". La sensación de no poder encontrar una unidad en nuestro interior, una armonía entre las diferentes partes que componen nuestro "yo".
     En este cuadro, el Jiu Jitsu, así como nosotros lo entendemos y practicamos, se inserta como elemento de unificación. Unificación entre dos categorías tales como "mente" y "cuerpo", tradicionalmente separadas en nuestra cultura occidental.
     El mensaje que deriva de las disciplinas orientales, sean artes marciales o filosóficas, es el de una búsqueda de unidad entre el cuerpo y la mente, entendidos como elementos inseparables del ser humano.
     Por eso el estudio de las técnicas se vuelve no sólo período de desarrollo de las aptitudes físicas, sino también momento de reflexión sobre nuestros impulsos instintivos, sobre nuestras relaciones, sobre nuestras aspiraciones.
     El estudio de las técnicas y el combate con el otro ( Uke y Tori) nos ofrecen la posibilidad de enfrentarnos tanto a las capacidades de los demás como a los límites de nuestro cuerpo y de nuestra mente, a nuestra capacidad de control de las emociones y acciones.
     La energía se hace "Kime", la voluntad se vuelve "Kiai". Día tras día se aprende que el equilibrio físico va ligado a nuestro equilibrio psíquico y emotivo, que la eficacia de una técnica depende de los ejercicios "aquí y ahora".
     Es decir, estar cuerpo y mente juntos en el mismo momento, con una sola voluntad.
     En alternancia de los roles de Uke y Tori, madura también la consciencia de la importancia del "respeto al otro", de quien ahora es Uke y sufre nuestra acción, pero dentro de poco será Tori y actuará sobre nosotros.
     En esta alternancia de roles, que no son nunca identificables como pasivo y activo, nace la idea de que no existe un "Yo" que oponer a un "Otro", sino que Uke y Tori son partes intercambiables y complementarias de una acción que implica dos realidades que están separadas sólo en apariencia.
     En esta consciencia de sustancial Unidad se abre camino la idea de que el respeto al otro pasa necesariamente por el respeto a uno mismo.
     Jiu Jitsu para nosotros quiere decir respeto a uno mismo y a los demás, control de emociones, enfrentamiento constante con nuestra agresividad, entendida como pura energía en busca de una vía de expresión que sólo en los débiles de mente y de cuerpo se vuelve violencia, atropello, pero que en los fuertes se hace armonía de formas (Kata), unión de ideas opuestas.
     En esta capacidad de síntesis no resumida, entre polos distintos: yin y yang, alto-bajo, dentro-fuera, yo-el otro, mente-cuerpo, está la riqueza y el valor formativo del Jiu Jitsu, así es como se practica en los dojo. Riqueza y valores que transforman nuestros gimnasios en invernaderos donde se cultivan flores preciosas como el respeto y la amistad.


                                                                                       Dr. Carmelo Bracchita. Sociólogo. 

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